El estrés en exceso no sólo daña tu piel, sino que puede desencadenar otra serie de reacciones negativas en tu organismo. Está científicamente demostrado que el estrés aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, como infarto de miocardio e ictus, además de favorecer la aparición de problemas psiquiátricos, como depresión y ansiedad. Además de éstos, también puede acelerar el envejecimiento prematuro de la piel y agravar la diabetes. Otros puntos de alerta son la alteración del sueño y los cambios en el apetito y la libido.
¿Y cómo actúa el exceso de estrés directamente sobre mi piel?
Cuando estamos estresados o de mal humor, el cuerpo produce radicales libres con mayor rapidez, lo que neutraliza proteínas importantes, como el colágeno, y acelera el proceso de envejecimiento.
Según un estudio publicado en la revista científica Inflamm Allergy Drug Targets en 2014, la liberación crónica de cortisol, la hormona del estrés, provoca atrofia cutánea, reducción del número de fibroblastos y disminución del colágeno y la elastina, factores asociados a la aparición de arrugas.
En un artículo publicado en Veja, el Dr. Kédima Nassif, dermatólogo de la Sociedad Brasileña de Dermatología y tricólogo de la Asociación Brasileña de Restauración Capilar, afirmó: «También hay una mayor liberación de adrenalina y esto provoca una menor reparación del ADN celular dañado por el proceso de envejecimiento».
Concluyó además que: «Además, se cree que los telómeros, una parte de los cromosomas, se acortan por el estrés crónico. Se considera que este acortamiento causa envejecimiento al reducir la función de las mitocondrias, orgánulos que generan energía para las células, y aumentar la producción de radicales libres».
Y no se queda ahí, el estrés emocional puede aumentar la aparición de acné y empeorar enfermedades de la piel como la psoriasis, el vitíligo y la dermatitis seborreica.
Creo que estoy sufriendo los efectos del estrés en mi piel, ¿qué puedo hacer?
En primer lugar, acude a un dermatólogo y compártele tus dolencias y síntomas. Es importante descartar cualquier gravedad que el estrés prolongado pueda haber desencadenado en tu organismo.
Evalúa las posibilidades de tratamientos no invasivos para mejorar el aspecto de tu piel, así como las tecnologías disponibles para que puedas conseguir tus resultados de forma cómoda y segura. ¿Ha oído hablar de los tratamientos con ultrasonidos microfocalizados? En casos de rejuvenecimiento facial y mejora de la flacidez es uno de los más indicados.
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Ya hemos hablado del trigger digital aquí en el blog, pincha aquí y compruébalo.
Después de definir su tratamiento, no se olvide de establecer dentro de su rutina algunas actividades saludables que le gusten, beneficiando así su salud mental y física.